Hasta ahora, la ciencia ha prestado más importancia a las funciones del hemisferio izquierdo, especializado en analizar y calcular, definiendo así un tipo de pensamiento. Potenciar las habilidades del hemisferio derecho, el que nos lleva a participar en el momento presente y a percibir de modo global, poniendo el énfasis en las relaciones, contribuiría a crear un mundo más holístico y pacífico.
Nuestro cerebro tiene dos mitades casi iguales, los hemisferios izquierdo y derecho. Lo curioso es que todas las funciones cerebrales que se fueron localizando en el siglo XIX y a principios del XX correspondían al hemisferio izquierdo, de modo que no es sorprendente que, hasta mediados del siglo XX, la mayoría de los investigadores creyeran que el hemisferio derecho del cerebro no desempeñaba ningún papel significativo.
Sin embargo, esto sería extraño, porque en la obra de arte que es nuestro organismo todo tiene una función.
Cada vez hay mas evidencia neurológicas de que uno y otro son muy distintos y tienen maneras diferentes de percibir el mundo. En el lenguaje y la visualización de imágenes, ambos hemisferios intervienen, pero lo hacen con estilos muy distintos.
El hemisferio izquierdo es analítico y calculador: aísla, clasifica, explora detalles y más detalles pero solo escucha su propia voz y es incapaz de ver las cosas en su contexto. El hemisferio derecho por online casinos su parte, es holístico, creativo y racional: percibe cada cosa como algo único, en su conjunto y a partir de las relaciones que la constituyen.
En el lenguaje por ejemplo, el lado izquierdo del cerebro identifica signos y palabras aisladas, pero es el lado derecho del cerebro el que entiende el verdadero significado del texto. El lado izquierdo comprende las palabras de un chiste o una metáfora, pero es realmente el lado derecho el que lo entiende.
Si nuestro lado derecho marca el rumbo, no nos alejaremos de nuestro verdadero camino. Cuanto más vivamos del hemisferio derecho, más contribuiremos con la paz y la armonía con nosotros y el mundo.
Las dos caras de la mente,