Las supersticiones tienen mucho de capricho y en muchos casos son incomprensibles, pero respetarlas nos traerá suerte al ponernos en contacto con la magia de la vida.
Por si acaso, creamos en las supersticiones o n, la mayoría de la gente evitamos pasar por debajo de las escaleras o nos lamentamos por unos segundos so distraídamente entramos con el pie izquierdo en algún lugar. Y ¿Quién no se ha preocupado, alguna vez, por un gato negro que se le cruza en el camino?
Cruzar los dedos
Cuando se formula un deseo, se dice una mentira o ante un peligro inminente, es costumbre cruzar los dedos, concretamente el dedo del corazón con el índice. Esto evoca un nudo con el que conjurar la mala suerte.
Levántate con el pie derecho
Esta superstición privilegia el lado diestro al zurdo para el inicio de toda acción y le atribuye un poder especial. Las razones provienen de una tradición náutica del siglo XIX por las que ningún pescador en su sano juicio subía a bordo por babor, el costado izquierdo.
Toca madera
Hay quienes dicen que la comienza en el poder de la madera proviene de creencias cristianas, pues es el material con el que está hecha la cruz de Jesús, de ahí nuestra costumbre de ‘tocar madera’ para que los deseos se cumplan.
Herradura en casa
Mejor detrás de la puerta de entrada. Sus extremos debes apuntar hacia el norte para potenciar su efecto protector.
Tirar de las orejas al cumpleañero
Esta costumbre la hemos heredado de oriente, donde las orejas tienen un significado simbólico. Así al tirarle de las orejas a un ‘cumpleañero’ le manifestamos nuestro deseo de que disfrute de una larga vida y adquiera más sabiduría.
Si se te derrama la sal…
Es uno de los peores augurios de mala suerte. Si se te cae, debes darte prisa y arrojar una pizca de la sal caída en tu hombro izquierdo. Si no lo haces podrías dejar abierta la puerta de la adversidad.
Seguro conoces muchísimos más, es por eso que te animo a comentarnos los que tú sabes. Al fin y al cabo, todos creemos en alguna por muy escépticos que seamos.
Pon al destino de tu parte,