Conocida desde los orígenes de la humanidad y basada en las energías telúricas de la Tierra, la radiestesia nos permite, por ejemplo, encontrar el mejor lugar para vivir o diagnosticar una enfermedad.
Despreciada por los científicos y condenada por la religión, la radiestesia se ha mantenido viva gracias a las tradiciones populares que iban pasando de generación en generación unos conocimientos extraños pero efectivos, basados en potenciar los sentidos naturales del ser humano capaces de contactar su esencia con su conciencia.
Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano ha utilizado su instinto para sobrevivir y su intuición para valorar las situaciones a las que se enfrentaba, pero a medida que lograba un entorno menos agresivo fue olvidando de utilizarlos y pasó a dirigir su vida con la razón.
La clave está en disponer la mente para la recepción de la información. A La hora de practicarla, hay que abstraerse de las sugestiones externas, que tienen un gran poder de distracción. En la radiestesia la memoria no tiene la respuesta solicitada y debemos dejar paso a la acción del inconsciente para hallarla.
El péndulo
El instrumento de la radiestesia no es más que un simple amplificador de ciertas reacciones neuromusculares. Existen varios (la varilla, el más antiguo y usado en el exterior, o el péndulo, utilizado tanto en campo abierto como en lugares cerrados o sobre planos; es el más usado).
Su movimiento puede ser recto, de izquierda a derecha, de delante atrás o circular. Si gira en sentido de las agujas del reloj significa que “si”, en sentido contrario “no”. Si forma como un elipse u ocho se interpreta como “espera”.
Casi cualquier persona puede lograr usarlo, por supuesto unos con más facilidad que otros. Hay quien ya nace con esta cualidad innata. Cualquier sitio es en teoría bueno para practicarlo, pero conviene huir de lugares bulliciosos o rodeados de gente escéptica. Un ambiente tranquilo y una posición cómoda favorecen una actitud serena, que nos ayuda a conseguir el estado mental adecuado.
Cualquier persona con un poco de entrenamiento y la actitud mental adecuada, puede localizar objetivos valiéndose de esta técnica.
ThomasCarlyle (1795-1881) Historiador, pensador y ensayista inglés.
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